Él llegó al Santuario con unos días de vida y muy enfermo. Desde el primer momento pensamos que iba a morir y lo acogimos para que al menos no muriera solo y lo hiciera rodeado de amor.
Hemos hecho lo imposible por salvarlo, y él que tiene muchas ganas de vivir, cada día está mejor, aunque ahora tiene otitis.
Como véis en el vídeo, corre desesperado detrás de su comida, y es un glotón que no para de pedir que le demos más. En cuanto termina de comer se pone a chillar para que lo cojamos en brazos y dormirse sobre nosotros. Vive con los fundadores del Santuario, con los que ya tiene un fuerte vínculo, el vínculo de un hijo con sus padres.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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