Calimero llegó al Santuario siendo más pequeño que en la foto, hace ya casi un mes, pero entre tanto trabajo y otros animales que han ido llegando, no lo hemos presentado y ya es todo un hombrecito.
Se lo encontraron solo cerca de una carretera, sin madre ni hermanos, corriendo grave peligro, así que nos ofrecimos a darle un hogar y una familia. Se ha hecho muy amigo de Romi y otro pato que presentaremos mañana y que también llegó al mismo tiempo que él.
Ahora está en una zona apartado de los patos grandes hasta que él y sus dos amigos crezcan más, y así poderlos llevar a la zona del estanque grande con los demás patos.
Por un mundo vegano