Ayer tuvimos una pérdida muy grande en el Santuario, Iosune nos dejó y con ello un gran vacío.
Aunque para muchos de vosotros solo sea una gallina, Iosune era muy especial. Queríamos hacer en los próximos días un reportaje sobre ella y su amiga Micaela, ambas viven en la casa de los voluntarios porque les encanta la compañía de los humanos.
Cada vez que Iosune veía a algún voluntario sentado, se iba directa hacia él para subirse encima y que la acariciaran. Todos en el Santuario estábamos enamoradísimos de ella, pero por desgracia ella es de la raza broiler, y ya sabíamos que no iba a durar mucho tiempo viva.
Los broilers han sido seleccionados genéticamente para que engorden muy rápido, tanto que con tan solo 40 días de vida ya son enviados al matadero siendo aún unos bebés, pero con cuerpos de adultos.
En los Santuarios cuando los salvamos ya sabemos que su salud es muy delicada, y cualquier pequeño resfriado puede acabar con su vida. Incluso la alimentación tiene que ser muy equilibrada para evitar que engorden más, y que así evitar que sus huesos tengan problemas por tener que soportar tanto peso. Muchas veces mueren de infartos o tumores.
Por suerte Iosune ha muerto de repente, llevaba unos días resfriada y por eso los voluntarios más que nunca se han desvivido por ella, porque sabían que podía ser su final. Ella fue rescatada de una granja junto con otros 90 más, ha tenido una vida maravillosa rodeada de amor.
Ayer por la noche los voluntarios lloraban impotentes al entrar en la casa y notar su ausencia. Son momentos muy duros que solo pueden entender las personas que alguna vez han amado a otro animal.
DESCANSA EN PAZ PRECIOSA, ESPERAMOS ENCONTRARNOS ALGÚN DÍA CONTIGO PARA PODERTE ABRAZAR, BESARTE Y ACARICIARTE. TE QUEREMOS IOSUNE
Por un mundo vegano
